Es maravilloso Señor:
Tener los brazos abiertos, cuando hay tantos mutilados.
Que mis ojos vean, cuando hay tantos sin luz.
Que mis manos trabajen, cuando hay tantas que mendigan.
Que tenga salud, cuando hay tantos enfermos.
Que tenga seres queridos, cuando hay tantos solitarios.
Que mi voz cante, cuando hay tantas que enmudecen.
Que maravilloso Señor:
Tener abrigo, techo y sustento, cuando hay tantos en la calle.
Es maravilloso volver a casa, cuando hay tantos que no tienen a donde ir.
Es... Continuar leyendo